El atleta uruguayo cumplió uno de sus más grandes sueños y al igual que su padre, logró ganar la Corrida de San Fernando en la pasada noche del 6 de enero. Al día siguiente de la hazaña, recibió a Ovación en el Campus de Maldonado, donde se aloja, y conversó sobre su anhelo de estar en los Juegos Olímpicos, sobre su trabajo como soldado del Ejército y sobre los obstáculos que debió sortear para seguir el camino de su padre. La victoria fue toda una conquista para alguien que peleó desde niño contra el asma y, de mayor, contra otras adversidades.
PUNTA DEL ESTE | GUSTAVO SÁNCHEZ
-¿Cómo se vive esta victoria doce horas después y con la cabeza fría?
-Muy tranquilo. Con el orgullo de haber logrado algo que mi padre hizo en tres oportunidades y que hace muchos años ningún uruguayo podía ganar. Ahora uno piensa en la familia, en todos los sacrificios que tuvo que hacer para poder llegar, en el apoyo de unos pocos y en la poca importancia que le dan otros a nuestro esfuerzo.
-¿Se sortean tantos obstáculos para llegar a esto?
-Sí, muchos... En lo personal tuve que pelear desde niño, ya que como tenía asma los doctores y mis padres no me dejaban correr. Luego empecé a intentarlo paulatinamente y el esfuerzo fue grande, incluso con alguna Navidad internado, pero ya está. Todo eso pasó y ahora estoy en excelentes condiciones.
-¿Cuál es el apoyo que tanto necesita y que se hace difícil conseguir?
-Son muchas cosas. Se hace difícil entrenar de la forma que se debe para este tipo de pruebas tan exigentes, cuando uno tiene que trabajar y cumplir otro tipo de funciones. A mí en el Ejército me han ayudado mucho, pero no sé cuanto tiempo podrá seguir. Te das cuenta que si tengo que hacer una guardia, al otro día entrenar es imposible. También se suma todo lo referente a la alimentación. Siempre digo que lo más caro es alimentarte de la forma correcta para poder competir y ése es otro sacrificio que hace toda la familia.
-¿Entonces siempre se está dando ventaja?
-De alguna forma sí. Te pongo un ejemplo claro: yo vine a la San Fernando porque quise, no recibí ningún dinero y dormí en el Campus de Maldonado, mientras que los otros atletas extranjeros estuvieron en hotel y recibieron dinero por participar. Lo respeto, pero no me gusta dar ventajas a la hora de correr. Ahora, con los resultados a la vista, para que vuelva a correr tendrán que ser otras las condiciones; si no, prefiero quedarme tranquilo en mi casa.
-¿Cuáles son tus objetivos luego de ganar la carrera de San Fernando?
-Mi objetivo no cambia. Yo quiero estar en los Juegos Olímpicos. Este año tuvimos que desistir de la posibilidad, porque al no tener apoyo económico no hemos podido comenzar a realizar un trabajo acorde. No hay que olvidarse que en Beijing la prueba en la que yo participo es de 45 kilómetros y hay que estar muy bien preparado. De todas formas estoy tranquilo. Tengo 25 años y todavía puedo estar en dos juegos más, así que seguiré trabajando para ello.
-¿Y las metas a corto plazo?
-Seguir creciendo como atleta. Todavía no sé si me iré a vivir al exterior, porque la verdad es que acá no tengo mucho para crecer y se hace muy difícil entrenar y vivir en Uruguay. De todas formas, me gusta ser agradecido y no quiero olvidarme de los que sí me han apoyado, como las empresas Nike, Nativa, Cut Corporación, y otros que en forma desinteresada siempre me tendieron una mano.
Gran alegría para su padre, Néstor Zamora, que logró tres victorias en la San Fernando
Néstor Zamora fue uno de los más importantes corredores uruguayos de fondo y ganó la San Fernando en tres ocasiones, siendo el uruguayo que más veces consiguió la victoria en la tradicional corrida.
Nadie mejor que él para hablar de su hijo, de lo que sintió al conocer la noticia de su triunfo y hasta dónde puede llegar el nuevo "proyecto Zamora".
"Fue una gran alegría enterarme de que había ganado la carrera. Es un muchacho muy sacrificado que puede llegar lejos, ya que le gusta correr y tiene excelentes condiciones", fueron las palabras de Néstor Zamora.
Sobre su futuro, el triple ganador de la San Fernando agregó que "puede llegar mucho más lejos. Todavía es muy joven y en esta disciplina tiene mucho para mejorar. Yo hice mi mejor tiempo a los 38 años, así que dependerá de su trabajo en el futuro hasta dónde pueda llegar".
Por su parte, Andrés Zamora afirma que su padre "siempre me apoya y me da el consejo justo. Cuando lo llamé luego de ganar la carrera, le pregunté si estaba mirando por la televisión y si sabía quién había ganado la San Fernando y me dijo que no. Le contesté que yo, y se puso muy contento. Él me había dicho antes de salir que podía ganarla".
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