viernes, 25 de septiembre de 2009

Crónica de Viernes por Cesar Tubino "Algo esta Cambiando"

Nostalgia, lesiones, cansancio, llorar y llorar.

¡Basta por favor!

Dejate de joder Tubino, ¿al final para que corrés?

Si, ya sé que últimamente no corro, a lo sumo troto un rato y camino otro, pero eso es solo hasta que empiece a entrenar otra vez en serio, cuídense mis principales contrincantes.

Esta semana algo cambió, no es que haya recibido un aumento de sueldo sorpresivo, ni siquiera que con una raspadita hubiera sacado más de veinte pesos, o que el slot del casino me devolviera muchas monedas.

Nada de eso, pero algo pasó.

No es que el comienzo de la primavera, me haya distraído y entre el polen de los plátanos haya alzado la vista y visto el cielo azul libre de toda nube, anunciándome que los días son más extensos y ya no es necesario usar calzas largas, ni camperas térmicas, ni guantes, ni gorros que se transforman en bufandas. Vuelven los pantalones cortos a la rambla, y el exceso de abrigo ya no es excusa para trotar más despacio.

La botella de Grappamiel sigue igual, la de Martini no la he tocado y el poco whiskey que me queda se mantiene en su lugar. ¿Me abre vuelto abstemio sin darme cuenta?, ¿será que la cerveza que tomo después de cada carrera alcanza para mantener mis niveles de alcohol en la sangre?

Algo está sucediendo, mis trabajos nocturnos se tomaron vacaciones y casi, casi, me acuesto a horas normales, ya no miro a los pastores de “Pare de Sufrir” perfeccionando día a día su acento portugués, y ya no llego a ver el Telechat. A lo sumo puede ser que algún candidato invitado a los programas periodísticos de medianoche me mantenga un rato más en pie.

La cama, su frazada y acolchado, me reciben cálidamente cada noche antes de la madrugada, y no siento ningún interés en compartir tan grata compañía.

El lunes volví al gimnasio, bicicleta a la ida, trote suave con los amigos, después la pileta para descansar, charlar y reír un rato, y otra vez bicicleta a la vuelta. No importa la distancia a recorrer cuando se trata de estar y sentirse bien un rato.

Ayer logré lo que me parecía imposible, me levante a las siete, y salí a correr!!!

Después de varios meses, recorrer la rambla tan temprano y sentir en la cara la frescura del vientito mañanero, me hizo dar cuenta de lo tanto que extrañaba ese lugar a esa hora.

Planeaba hacer pasadas, pero fue solo eso, un plan. Hice algunas, hasta que las piernas me avisaron que no me creyera un atleta de elite, cuando solo soy un caminante veloz.

Entrenar dos veces entre semana es un buen comienzo para un haragán como yo.

No sé qué pasó, no sé qué sucedió, tal vez solo me cansé de tanta pereza.

El sábado corro mi tercer Corre Colón, se cumplen dos años de mi debut en esta locura, es tanto lo bueno que encontré entre tanta gente que he ido conociendo, es tanto lo que gané personalmente, que a veces no entiendo el motivo de tanta nostalgia que se me escapa en algunas crónicas.

Hoy le conté a mi hijo de la carrera infantil, lo invite a correrla conmigo. Me pregunto qué día era. Saltó, corrió, gritó, y le conto a todos los que estaban cerca que el sábado corría conmigo.

¿Hay algo más importante?












César Tubino

1 comentario:

laikamb dijo...

Y hay algo más satisfactorio que eso?????? Te puedo asegurar que nooooooo!!!!!!!!!!!!
Me alegra mucho que dejes a un lado tanta fiaca... Ya vas a tener tiempo para descansar cuando te encuentres en la cajita de madera...
Vamos todavía!!!!!