sábado, 5 de septiembre de 2009

Crónica y pensamientos de Fernando Martinez Benia

18 de agosto. 00.56
Jorge Xavier escribe una crónica que se llama “Ud preguntará: Por que corremos?”

16 de agosto. 08.30
César Tubino me llama y me avisa que se suspende la etapa del cerro por mal tiempo.

15 de agosto, nochecita
La mujer de Dulce de leche Aguiar me dice por Facebook que tengo que convencer al energúmeno de su marido que no corra en la etapa del cerro porque tiene bronquitis y fiebre.
Le explico a la respetable dama que si busca un aliado, lo encontró…Dulce de leche lo encontró. Me ofrezco a pasarlo a buscar por la casa en mi auto para que no tome mas frío del necesario. Arreglamos eso, que chupe frío pero en la carrera. yo lo paso a buscar.
La etapa se suspende, lo paso a buscar el otro domingo a el y a César.

16 de agosto, nochecita
Rai publica una crónica sobre porque corre, mostrando una especie de sabor amargo por la suspensión de la etapa del cerro.

16 de agosto, 23.50
Me pongo las calzas, me abrigo como un esquimal que sale a cazar focas y salgo a correr por la rambla.
Le aviso a mi mujer que sin sacar la vista del televisor me dice “Vos estas loco,,,”
Que tenemos en común JX, Rai, Tubino, Dulce de leche, yo…y miles y miles de locos más?
No lo tengo claro.
Seguramente un espíritu aventurero, un espíritu solidario pero solitario a la vez, ganas de ayudar y alentar a otros, pero también de competir con los demás y con uno mismo.
Creo que tenemos en común el respeto por los que ganan y por los que llegan después que nosotros.
Tenemos un espíritu gregario pero conservamos nuestra individualidad.
Yo que se…creo que solo nosotros sabemos que tenemos en común y por eso nos juntamos, nos respetamos, nos queremos, nos ayudamos, nos arrimamos un vaso de agua, cortamos el viento para un compañero que viene cansado, le palmeamos la espalda y le decimos “Vamo arriba!!” al que paró porque no da más.
Pero cada uno tiene también su historia personal.

Mi historia con “las corridas” arranca hace casi 5 años.
Se me quedó el auto en la arena (me olvide que el fiat panda tiene algunas diferencias con el Land Rover…) y lo tuve que empujar.
Cuando termine me fui de boca al piso, perdí el conocimiento.
Mi mujer, embarazada de mi hija mayor, Guille, pensó que me había muerto.
Yo abrí los ojos y no entendía nada.
Fui al cardiólogo (a unos cuantos, dado que mi suegro es cardiólogo y mi mujer también).
Me hicieron ergometría, electrocardiograma, me depilaron el pecho y me hicieron otro electrocardiograma (me dijeron: mira, estoy seguro que no tenés nada..pero sos el yerno de Ricki, si te pasa algo me corto las pelotas..y por eso me depilaron el pecho, gracias, suegro!!)Todos los estudios normales.
Conclusión: tengo un desbalance entre dos porciones del sistema nervioso. Una se encarga de hacernos reposar y la otra de prepararnos para “el combate”.
Resulta que cuando me preparo para el combate y este pasa (llámese correr, empujar el auto…), las ganas de volver al reposo hacen que me baje la frecuencia cardíaca muy rápido, baja la presión, el cerebro se me queda sin irrigación (menos de la que tengo habitualmente, que ya es poca) y ahí pierdo el conocimiento.
Quedate tranquilo, de esto no te vas a morir, me dijeron médicos en los cuales confío plenamente.
Hace algo de ejercicio para mejorar tu frecuencia de reposo, me dijo el gallego Varela, un tipo de la planta.
Y bueeh, si esto no me mata, vivo tranquilo y me dejo de joder.
Pero pensé en mi hija. Cuando nació Guille el mundo cambió para mi.
Dejé de ser una persona para ser el padre de Guille (y actualmente el padre de Guille y Joaqui) y por eso, todo lo que hago repercute en la vida de estas dos gurisas hermosas.
Empecé a correr para cuidarme por ellas.
Empecé corriendo 500 metros en la rambla, de un mojón a otro.
Después caminaba 500 metros.
Me animé de a poco y llegue a los 5k y mas adelante a los 10k y en 2008 corrí por primera vez en serio, la Nike.
Después la Nativa, luego alguna otra carrera.
Sentí la necesidad de vincularme a algún grupo y escribí sin respuesta a un grupo de corredores. Tardaron bastante en contestarme hasta que me dijeron que los ingresos se discutían una vez por año…anda a freír boniatos!!
Yo no quiero la visa para viajar a EEUU, quiero vincularme a un grupo de gente que le guste correr como yo!!!
A los pocos días me llegó un mail de Raimundo González, que había leído mi mensaje y que bueno, el estaba en un grupo, te paso mi teléfono y hablamos…..y terminé enganchado en Sayago Running.
Corrí unas cuantas carreras, Rai me empujó a correr mi primer media maratón...y no tiene idea de cuanto le agradezco el llevarme medio a empujones a superarme a mi mismo y llegar sin haber parado...

Hoy corro..para cuidarme por mis hijas…para ganarme a mi todos los días..y por mis amigos de Sayago..
Correr se hizo insustituíble en mi vida.
El grupo también.
No están todos mis compañeros presentes conmigo todos los días de mi vida, pero no me pueden faltar.
Por mi trabajo (yo también soy médico y tengo horarios diferentes a los de un ser humano medianamente normal), corro cuando puedo, una o dos veces por semana.
Pero es mi cable a tierra, es lo que me saca del stress, de los problemas.
Es lo que me deja de buen ánimo para estar bien con mi familia.
Gracias a un grupo increíble, de locos que juntan tapitas de plástico después de las carreras, que entrenan todos los días, que dejaron su laburo y se dedicaron a entrenar, que mandan cientos de mails por día, que corren con pasión, que corren maratones de 6 personas…gracias a esta manga de locos, sigo corriendo.
Gracias a ellos, tengo ganas y necesidad de no faltar a las carreras de la AAU.
Esa es mi historia.
A mis amigos y hermanos de ruta: gracias a todos, sin ninguna excepción.
Pero quiero agradecer especialmente a a Rai por abrirme las puertas del grupo, a Dulce de leche y Nina por permitirme compartir la etapa de Florida con mi hija Guillermina, a Ariel por los viajes juntos y a César, por permitirme conocer de a poco a un tipazo.

Fernando Martinez Benia

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