jueves, 21 de enero de 2010

EL DIA QUE ME RECIBÍ...por Jennifer Dominguez

Esta historia empieza hace mas de 1 mes cuando se abren las inscripciones para Salomon, en ese momento se me pasó fugazmente por la cabeza hacer por primera vez 21 km.
“Con un mes entrenando fuerte me alcanza” Para alguien que no entrenó jamás ni para una carrera de 10k, que únicamente va a las carreras a hacer sociales, entrenar durante un mes era demasiado, pero estaba dispuesta a hacer el sacrificio.
Cada vez que comentaba el tema con alguien surgían las mas diversas respuestas desde un “sos loca?? sabes lo que es correr 21 km? Y mirá que eso no es como correr en calle”, hasta “todo está en la cabeza, si vos crees que podes hacerlo, hacelo”.
Me inscribí en la ENDURANCE por las dudas.
Fueron pasando los días y “el entrenamiento” no empezaba, faltaba motivación, voluntad. Se vinieron las fiestas, las vacaciones, la playa, el descanso... Los championes siempre en el bolso “por las dudas”, solamente asomaron a la superficie para correr la San Fernando (no tenía previsto correrla, pero como estaba por allá no me costaba nada ir a darme una vuelta y ver a los amigos).
Ese día, 6 de enero, me convencí que hacer 21 km era total y absolutamente demencial. Sufrí como hacía mucho no sufría, ahí me puse a pensar cuando había sido la ultima vez que había corrido: 6 de diciembre Tacurú... exactamente 1 mes sin ponerme los championes. Y pensaba hacer 21 km de avetura? NI LOCA!
El 11 de enero me reintegro al mundo laboral, a sacarse la maya, las chancletas y disfrazarse para venir a trabajar.
Cuando desarmaba el bolso miré los championes con lástima.
Ahí tomé coraje y dije que iba a hacer 21, el razonamiento era simple: “si puedo correr 10, podré caminar 21”.
Totalmente consciente que estaba tomando una decisión kamikaze, que hay gente que entrena mucho tiempo para este tipo de carreras, que me iba a lesionar. Sabiendo todo eso…aún quería correrla.
Me sugirieron que hiciera los 7k “para vivir la experiencia” y en las próximas ediciones entrenar para hacer la endurance
Durante la semana cambié unas 36 veces de opinión, creo que Rai estuvo a punto de expulsarme del equipo por hincha pelotas.
No lo hizo, mil gracias capi!
El jueves me resigno a hacer la short, “la próxima será” pensé.
Para mi sorpresa el sábado veo que Alejandra Pizani (Olimpia) que publica en su facebook que la corría y viajaba con nuestro equipo, comentario va, comentario viene, me convence de hacer los 21 (soy tan fácil de convencer!)
Sms al capi: “mañana hago los 21” (perdí la cuenta de cuantas veces le dije lo mismo)
Respuesta: “genial! Te llevo mochila de hidratación y algunas drogas”
Para que carajo quería una mochila??? lo de las drogas no lo cuestioné (al otro día lo descubrí).
Eso de no dormir la noche anterior ES VERDÁÁ!!! Eso de fijarte 30 veces en la mochila si no te olvidas de nada TAMBIÉN!!
Con una puntualidad desconocida en mi, 6:15 esperaba el bus que me fuera a buscar con mis compañeros (vamos a omitir la parte de que unos cuantos tuvimos que esperar mas de media hora porque Tubino se durmió!!!, eso no lo decimos, queda en la interna)
Viaje cargado de ansiedad, muy entretenido tomando unos mates con quien iba a ser una de mis “compañeras de ruta” en esta carrera.
Además del mate tomamos un “jugo de gomibaya” preparado por el capi, vaya a saber que contenía eso! No lo se, ni me interesa saberlo.
Que pinta de deportista tenía! Con la mochila, el gorro prestado... parecía una maratonista.
En la largada había un ambiente ESPECTACULAR (frase trillada por excelencia, pero de otra manera no podría describirla).
Ahí nos encontramos con Nélida, de supersónicos y dijo que “largaba con nosotras”.
Que decir de esos instantes previos a la largada que no se haya dicho?
Ahí entró el susto, el miedo... el “qué hago acá?” es para mas adelante.
Largamos con Ale y Eli, demasiado rápido y lo notamos enseguida. Eli desapareció rápido, ella tenía experiencia; con Ale seguimos, más caminando que corriendo y sobre todo disfrutando.
Entramos al parque Lussich y recordé cuando un corredor experto me dijo “no lleves música, esta es una carrera para disfrutarla con todos los sentidos”... fue exactamente así, disfrutar los olores, los sonidos fue majestuoso.
Dentro del parque nos reencontramos con Eli que venía con Karina “La Rusa” de Halcones, nos prendimos las 4 y durante un rato tiramos juntas. Luego Karina se quedó y seguimos nosotras 3.
Fueron unas compañeras de lujo, mi único objetivo siempre fue llegar, no me importaba el tiempo y creo que sin ellas me hubiese quedado ahí tirada tomando sol.
De a ratos caminábamos, de a ratos un trote, no nos importaba el tiempo, simplemente la disfrutamos.
Los detalles de la carrera son conocidos por todos, el puente, el arroyo, la playa.... todos corrimos la misma carrera, y cada uno la vivió de manera diferente.

2 hs 47 min después de la largada Alejandra, Nélida y yo cruzábamos la meta agarradas de las manos.
Terminaba de vivir una de las experiencias más emocionantes de mi vida, y empezaba oficialmente otra etapa en mi vida. “ME RECIBÍ DE CORREDORA!!!!”. Porque esas demencias solamente la hacen los corredores.
Me abracé con todo el mundo (especialmente con mis compañeras de carrera, que repito: fueron excepcionales desde todo punto de vista), con una emoción impresionante, con ganas de llorar, de reírme a carcajadas, de agarrar el celular y contarle a todos lo que acababa de lograr.
Mostré mi medalla a cuanto ser humano y no humano se me cruzó, le dije que leyera con atención que decía “FINISHER Categoría Endurance”.
Llegué a la camioneta, llamé a cada uno de mis seres queridos que no estaba ahí.
Todos estaban pendientes esperando el llamado.
Luego de un largo viaje de regreso llego a casa, descargo esa emoción contenida y me pongo a llorar.
Nunca voy a terminar de agradecerle a Ale y Eli el apoyo, el aliento, la compañía, realmente fue un placer correr con ustedes chicas.
Mis compañeros de equipo, ídolos totales, que tuvieron que soportarme en el regreso, les mostré unas 100 veces la medalla y en vez de decirme “ya lo dijiste nena!” me sonreían y me decían “te felicito”.
Gracias totales al capi por la confianza, jamás dudó de que podía lograrlo.
Gracias a todos los que se alegraron por mi, realmente fui muy feliz.
En pleno momento de pánico, alguien me dijo “cuando termine vas a preguntar cuando es la próxima”.
Nos vemos en junio en la Sierra de las Animas.

Jennifer Dominguez

3 comentarios:

laikamb dijo...

SIn dudas, las felicitaciones las recibistes todas ya... Pero no importa... Envío las mías, con todo el corazón... Sé de esa primera vez... De esos miedos... De las indecisiones... De esos "sos loquita vos???!"... Pero tambien, conocí esa alegría de haber cruzado la meta... Y hasta el día de hoy, la emoción en la garganta que llega a las lágrimas, es una sensación que solo la entiende, el que la vive...
No decaigas nunca!!! Correr llevará tu corazón a lugares nunca antes imaginadosss!!!!!

Tubino dijo...

Grande Shén!!! A pesar de lo rompepelotas, sabés demostrar día a día lo gran amiga y compañera que sos.
Por otras muchas "primeras veces" más.

sue dijo...

Hola, mi nombre es Susana y corro como tu.No pertenezco a ningún grupo.Un día decidí empezar a correr, me atrapo y me hace sentir muy.Me encanto tu historia,si creo que estas loca, pero sin esa locura nuestras vidas serian monotononas y sin sentido.Felicitaciones y adelante.