miércoles, 16 de febrero de 2011

Cruce de los Andes, un relato.

Carta dirigida al Director de la carrera.



Sebastian,

Soy Marcos Corti, del equipo “Pico y Pata” #234 y mi compañero Enrique “Pico” Dillo.

Lo vivido el fin de semana pasado, me hizo, me pone y me pondrá la piel de gallina por el resto de mi vida.

Varios de Ustedes (tu organización) y los corredores me han expresado, que mi pierna ortopédica los inspiraba para seguir adelante, lo gracioso es que yo cruce la linea final gracias a ustedes, por el soporte y empuje que he recibo a cada minuto. La ausencia de mi pierna izquierda, en mi mente es reemplazada por este brutal soporte que me han dado.

Yo simplemente soy producto de la energía que arranca desde mi FAMILIA, levantándome todos los días de la cama al lado de mi MUJER Carolina, desayunando con mis HIJOS a diario ( Sofia, Delfina y Agustin) y saliendo a la calle a trabajar o entrenar con AMIGOS (muchos) que solo inyectan energía positiva y buena onda.



Si tan solo, uno pudiera meter en un frasco ese ambiente y beberlo cada vez que uno “piensa” que hay problemas en la vida…priceless

La carrera…la carrera en sí, represento un desafío físico BRUTAL…pero nuevamente he experimentado que los físico solo es un estado mental, que los limites están en la cabeza de cada uno…Solo se necesita hacer el setting correcto para poder lograr lo que uno se propone. Lo que Ustedes han organizado a 3.000 mts de altura a lo largo de 100 km…no tiene nombre… Impecable la logística, la atención, la buena onda, el aliento, la toma de decisiones, la firmeza y el seguimiento…manejar 1400 personas en el medio de la nada, tomando en cuenta que las variables pueden ser muchisimas…Realmente me saco el sombrero.


Me gustaría hacerte un resumen de cada día desde mi perspectiva.

Arrancando desde los 6 meses de preparación con mi AMIGO Enrique “Pico” Dillon, donde no teníamos muy en claro donde nos habíamos metido, y abusando de las horas que le he robado a mi Familia para poder saborear esta carrera. Viendo videos de carreras anteriores sabíamos más o menos como iba a ser, pero como las rutas cambian todos los años, había bastante incertidumbre.

Viviendo a nivel de mar, lo más alto que alcanzamos a entrenar fue el piso 11 de mi edificio por las escalera y varias idas y vueltas en el puente de Key Biscayne. Creo que la base de entrenamiento que teníamos del Ironman y los triatlones nos ayudo muchísimo.

El primer día, después de una noche larga de 2 grados bajo cero, corrimos relajados, ya que el ambiente y la ansiedad nos llevaba atados al grupo. Desde el inicio recibimos aliento y empuje de los corredores. Nuestros tiempos estaban condenados a 3 minutos de parada higiénica cada 1/2 hora para secar la transpiración de la pata. Con la tierra que volaba y el barro, la higiene paso a jugar un papel importante. El terreno, por el camino de tierra, no represento mayor desafío pero, me quede con las ganas de poder levantar mas la cabeza para apreciar mas el paisaje. En el bosque, en cuanto me distraje, una raíz se descostillo de risa cuando me enredo el gancho de la prótesis y caí como bolsa de papas. Según Pico, retumbo el suelo del palo que me di.

La llegada después de 5:11 hrs fue uno de esos placeres que nos diste…masaje de recuperación y baño en el lago frio, impagable…GRACIAS!!!

Segundo día…sabíamos que venía duro…pero no tanto. Después de la segunda noche de campamento (yo sin dormir y escuchando, con envidia, los ronquidos de Pico) salimos a buen tranco hasta llegar a la base de esa montana interminable. La buena onda de los guías y los corredores, ya ponían en tela de juicio cualquier distancia por delante…siempre detrás de la roca en la cima de la montana, había otra subida, pero el Paisaje y la gente anulaban todo tipo de dolor en mi muñón. El terreno, en esta etapa, realmente fue desafiante para mi pata de palo. La piedra suelta, la arena, los panes de pasto duros, las raíces, las subidas y las bajadas…dejaron una marca imborrable en este recorrido.

La llegada después de 10:40 hrs, a las 8 de la noche, con la alegría de tener que cruzar un rio, justo antes de la llegada, mojando todo y sabiendo que el sol se esta yendo, lo cual implicaba que al día siguiente arrancábamos con ropa mojada…fue un canto de gloria a tu persona…pero siempre con buena onda.

Esa noche cuando comunicaste que el tercer día sería igual de duro que el segundo…fue cuando me agarro me dio el “Phantom pain” en mi muñón. No sé si te diste cuenta pero el campamento entero se estremeció…Yo puse en duda si tendría resto para el tercer día. Cuando diste la oportunidad del camino alternativo, 30km por la ruta de ripio, se me prendió el deseo del camino fácil, justificándome a mí mismo que me debería dar por satisfecho por lo logrado hasta ahora…

Como buen compañero de equipo, Pico me dijo que me bancaba en la decisión que yo quisiera tomar…lo cual me puso más presión, pero agradezco esa presión. Tu hermano Lisandro, esa noche, también me dio a leer entre líneas que, en realidad la tercera etapa iba a ser un poco menos dura que la segunda.

Tercer día…sin saber qué hacer al levantarnos, entregamos el conteiner y nos fuimos caminando en silencio a la línea de Largada. La carrera por el camino complicado largaba 9:10 y el alternativo 9:20… bocina de inicio y el 95% de la gente, sale a correr…nos miramos con Pico y esa energía que les cuento que TODOS ustedes transmiten, nos empujo a salir corriendo olvidando todo tipo de dolor y eliminando toda conciencia de lo que quedaba por delante…solo sabíamos que cada paso que dábamos, estábamos más cerca de la línea final.

Nuestro objetivo estaba puesto en cursar la frontera antes de las 19:00 ya que sino, gendarmería no nos dejaba ingresar a Chile y no podríamos correr los últimos 4 km de gloria final.

Con el caballo cansado, el muñón reventado y los hombros hartos de empujar los bastones, vemos por entre las ramas aparecer a Paco (el Guru de la zona) y nos dice… apuren que quedan 15 min para el cierre de la frontera. Le digo a Pico que se adelante para ver cuánto faltaba…tres minutos más tarde, escucho el grito más reconfortante del día… lo oigo a Pico a la distancia…”Marcos ya estamos…vamos carajooooooo”…curva cerrada y llegamos al Hito… Nudo en la garganta, sensación de satisfacción y por delante 4km de gloria para disfrutar en equipo… A solo 100m de la llegada, quemamos nuestras últimas energías corriendo hacia la línea final…10:17 hrs

Por esto, y mucho más que sería muy largo ponerlo en papel…SIMPLEMENTE MUCHAS GRACIAS!!!

Felicitaciones a TODOS los que participaron en esta organización y a TODOS los corredores, sin importar posición, distancia ni circunstancias.

Un fuerte Abrazo

Marcos


Publicado en la pagina oficial del cruce y referido por Elizabeth Recuero en su Facebook