Al principio sufrió por las ampollas en la planta de los pies, después vinieron los calambres en las pantorrillas y ahora el dolor invade sus cuádriceps pero el ultramaratonista Wilfrido Franco sigue adelante porque ya corrió diecisiete días seguidos en los que acumuló un total de 1.051 kilómetros que lo llevaron desde Tucumán hasta Santa Fe y así, a pura zancada, llegará este sábado 16 de agosto a Buenos Aires como homenaje reinvindicatorio de los derechos de los pueblos originarios como los Kilme que, esclavizados con grilletes en sus tobillos, hicieron este trayecto a pie.
Apoyado por su hijo Elías que lo escolta con una moto más un micro aportado por su gremio Unión Tranviara Automotor (UTA) en el que viajan su esposa Wilma; sus otros cuatro hijos; el masajista y el resto del equipo de sostén logístico, el fondista de 42 años partió del rosarino Parque Independencia a las ocho y media de la mañana, cinco horas y media después ya estabaen Lagos, había corrido 40 kilómetros. "Ahí metí la primera parada de la jornada, un descanso de una hora y cuarto para reponer energías con muchos carbohidratos e hidratación, también renové las vendas de las ampollas", explicó Wilfrido en su comunicación con Eldepornauta.com.
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