Un mes de recorrer ensayos, de trasnochadas y llegadas tarde al laburo con ojos cansados, alimentandome mal y sin entrenar. Así empecé el año.
Igual corrí la San Fernando, igual caminé en la Salomon, igual largue desde atrás la San Antonio, y así terminé el mes más cansado que en plena temporada de competición.
Podría haber terminado Enero viajando a Colonia a una carrera de la que nunca participé. Pero la Real de San Carlos, pasa por una plaza de toros, y estoy completamente en contra de las competencias taurinas así como de las monarquías, por lo que no asistiré.
Enero llega a su fin en Montevideo con uno de los días más calurosos del año, pero, para envidia de algunos empleados públicos que no cuentan con aire acondicionado, lo pase encerrado en la oficina con el clima a 20º. Al salir me encotré 18 de Julio con poca gente, aún quedaba papel picado contra los cordones de la vereda y algunos obreros continuaban desarmando las tribunas que la noche antes habían estado repletas de gente.
Unas horas antes, en plena noche, había caminado por ese mismo lugar, rodeado de colores y del sonido de tambores, baterías de murga, canciones y risas.
Mientras evitaba ser mojado por la espuma en spray disparé mi cámara casi un millar de veces, dejo aquí unas imágenes de lo que se vivió anoche en la avenida 18 de Julio.
La semana próxima nos esperan dos días más de desfile esta vez por el barrio Sur y Palermo a pura lonja y madera.
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