jueves, 3 de abril de 2008

Los triatletas enmascarados

 

La capital china es una de las ciudades con mayor contaminación ambiental de los cinco continentes y su polución ya se transformó en uno de los problemas más serios que enfrentan los Juegos de Beijing 2008, a tal punto, que el propio Comité Olímpico Internacional (COI) admitió que "el smog podría causar riesgos en aquellos atletas que compitan en pruebas de resistencia". Rápidos de reflejos, la Federación Española de Triatlón adquirió máscaras para que sus representantes se protejan de ese aire enviciado que, en un día normal, supera cinco veces el límite máximo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como seguro.

 

A cuatro meses del inicio previsto para el 8 de agosto, el índice de contaminación de Beijing supera las cien sustancias peligrosas por metro cúbico mientras que en ciudades con bastante polución como Londres y Los Ángeles llega a veinticinco y cuarenta como mucho. "En los Juegos llevaremos mascarillas antipolución pero no competiremos con ellas", afirmó el técnico Andreu Alfonso en declaraciones formuladas al diario As. Consultado sobre su uso, explicó que las compraron por Internet para "utilizarlas durante los traslados o paseos por Beijing en los cuatro días que estaremos allí ya que concentraremos en Corea y en entrenamientos suaves sin mucha intensidad ni volumen, no se usarán en la carrera porque generan una sensación de agobio y calientan mucho el aire al filtrarlo".

 

En una iniciativa propuesta por el diario As que resultó tan original como conveniente, los triatletas Francisco Fernández Cortéz y Andrés del Castillo probaron las máscaras en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Madrid. "Son muy incómodas, no dejan respirar con facilidad y enseguida se empieza a transpirar la cara", coincidieron estos dos deportistas que las testearon en una primaveral mañana europea cuya temperatura y humedad fue muy inferior a la del verano chino. La preocupación de los dirigentes españoles no es menor y están justificadas, sus dos embajadores, el actual número del ranking internacional, Javier Gómez Noya, e Iván Raña, son dos de los más firmes candidatos a la medalla de oro.
 

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