Además de nuestra actividad referida a la presentación de los libros, tuvimos la oportunidad de reunirnos con muchísimos compatriotas en las distintas ciudades que visitamos.
Con los compañeros del Departamento 20, con los compatriotas de Orange en Nueva Jersey que nos esperaron con una cuerda de tambores, con los floridenses que estaban en cada aeropuerto de cada ciudadY estuvimos homenajeando a Mario y a Idea cada vez que pudimos, estuvimos en el asado que organizó el Tordillo Pintos para recaudar fondos para las escuelas rurales de nuestro país, mateamos en el Forum Brech con los compañeros de Manhattan, estuvimos en el ensayo de la murga La Fulera en Toronto, nos juntamos en la Pasiva con la gente del grupo Mano con Mano, asistimos al teatro a ver En Familia por el grupo de Teatro Libre, nos recibió el embajador en Ottawa y los cónsules de todas las ciudades que visitamos, el Grupo Ibiray nos acercó a los chilenos, nos comimos la goleada de Brasil junto a un centenar de compatriotas en el Club Uruguay-Toronto, corrimos 10 kilómetros a beneficio de un hospital y los programas de radio de los uruguayos nos abrieron generosamente sus micrófonos.
NOTA DE "BANDA ORIENTAL"
Marciano Durán: El Titiritero Uruguayo.
Procura tú que tus coplas vayan al pueblo a parar, aunque dejen de ser tuyas para ser de los demás. Que, al fundir el corazón en el alma popular, lo que se pierde de nombre se gana de eternidad.
(Manuel Machado, La copla)
*El escritor uruguayo estuvo de visita presentando su último libro:
“El código de Blanes”.
Por: Solveig Gurgitano
Domingo 14 de junio en New York: el escritor redeado
de un grupo de compatriotas
de un grupo de compatriotas
Los juglares, los titiriteros, en la antigüedad eran el registro viviente de la memoria popular, iban de pueblo en pueblo, recitando lo que no era otra cosa que el acontecer de la vida de los hombres y de su tiempo. Marciano estuvo por Canadá y Estados Unidos al estilo de un juglar, siendo presentado por el Comité del Frente Amplio en New York y New Jersey. Autor de varios libros, tiene su propia página en Internet (http://www.marcianoduran.com.uy/) donde sus textos han dejado de ser de él para ser de todos, circulando por todas partes del mundo donde hay uruguayos y es en ese yirar que van perdiendo su nombre o su autoría. Uno de sus textos ‘Para los de más de 40’ fue atribuído a Eduardo Galeano y hoy es objeto de estudio en distintas universidades y ha sido traducido a varias lenguas. El mismo lo reconoce: son los riesgos o bondades del Internet, por otra parte, gracias a ese medio, ha cultivado muchísimos amigos, algunos de los cuales pudo por fin visitar y conocer personalmente en este viaje. Aunque no lo citan como autor, algunos de sus textos han integrado el repertorio de importantes murgas del Carnaval uruguayo. Cuestionamiento mediante sobre sus derechos como autor, al final del verano Marciano le termina mandando a la murga ‘infractora’ un libro suyo, como para limar asperezas y despertar conciencia.
El duerme tranquilo y sigue cantando, dejando la ventana abierta de su Internet por donde se escapa su talento y se pierde su nombre. En sus textos nos recuerda a los uruguayos –con humor y nostalgia- lo que fuimos y lo que teníamos y nos empecinamos en conservar y restaurar para seguirlo usando. El ‘progreso’ (sí, entre comillas) no ha podido con esa casi cualidad o instinto uruguayo de conservar, que pocas veces se ha observado en otros pueblos del planeta. Creemos que Marciano ha empezado a descubrir que quizás ahora le espera un nuevo rol: tratar de desentrañar quienes somos hoy por hoy los uruguayos, después de varias décadas de emigración, convertidos en una diversidad no del todo homogénea, como él mismo comentó. Material le sobra, ha recorrido el interior de la república y ha visitado colectividades en el norte de América y también en Europa (España), compartiendo con compatriotas residentes en Barcelona y en Tenerife El éxito de la prosa humorística de Duran seguramente descansa en el hecho que a los uruguayos nos encanta oír hablar de nosotros mismos, de los que fuimos y de lo que tuvimos, de nuestros dioses y sus caídas y por sobre todo: que pasen lista a nuestras incoherencias y contradicciones, todo dicho y recitado con mucho humor y respeto. Marciano es un juglar afortunado, respira los buenos aires de Punta del Este donde reside y en donde terminan siendo los argentinos los que compran sus libros. Esta vez de licencia, en vacaciones, empacó sus libros y con su señora vino a visitar en verano a los ‘muchachos congelados’ de la canción de Roos, con su aire sencillo y de buena persona, como sin duda lo es. Su libro ‘El código Blanes’ es un trabajo de investigación que realizó con sus hijos y que lo lleva, después del impacto que produjo en el Código Da Vinci, a darle a la historia uruguaya un valor de codificación a partir de algunos cuadros de Blanes, la historia uruguaya pasa ser en su interpretación, una conspiración masónica, que –numerología mediante-, llega hasta nuestros días con el presidente número 33 (Tabaré Vázquez). Tenemos la más absoluta seguridad que si Marciano toma la posta y nos empieza a observar, con su sagacidad, su capacidad de análisis, su humor y su conciencia colectiva, la diáspora uruguaya por fin tendrá su cronista, tendrá el titiritero que ha estado esperando.
NOTA DE NORTE A SUR
http://www.denorteasur.com/ (Página 55)
Fuente: www.marcianoduran.com.uy
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