Habitué del podio en la categoría Silla de Ruedas de cuanta carrera exista a nivel nacional, el porteño Martín Sharples es un referente no sólo del atletismo sino también en materia de militancia social que exige la renuncia del presidente del Comité Olímpico Argentino (COI), Julio Cassanello, debido a los vínculos del dirigente con la dictadura militar del ex general Jorge Rafael Videla con cuyo gobierno colaboró como intendente de la municipalidad bonaerense de Quilmes desde 1979 a 1982 y titular de la entidad que hasta hoy encabeza. Con pasado de rugbier hasta que perdió una pierna en un accidente con su moto y se volcó al maratón para convertirse en el primer fondista criollo en completar los 42 kilómetros con una prótesis ortopédica, Sharples sufrió otro round al ser golpeado por los custodios del acto en el que se despedía a quienes competirán en Beijing 2008 y que él interrumpió con un escrache contra quien calificó como "un cómplice de los genocidas".
En la sede central de la empresa Telecom en Puerto Madero, el atleta paralímpico irrumpió sorpresivamente con una remera con la imagen del corredor tucumano Miguel Sánchez, quien fuera secuestrado y desaparecido el 8 de enero de 1978 por un grupo de tareas. "No podés hablar, no tenés vergüenza, fuiste intendente de la dictadura y colaboraste con Videla, no representás a ningún deportista ni a nadie, renuncía", alcanzó a gritarle Sharples antes de ser arrastrado por los miembros de seguridad que en la puerta de la empresa, lejos de la sala en la que el acto se desarrollaba sin inconvenientes, le pegaron trompadas y patadas a pesar del pedido de la gente para que lo suelten sin lastimarlo.
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