Cómo nos había sugerido por e-mail Nicolás (uno de los organizadores), tomé la línea 1M de la empresa Solfy, con destino Playa Pascual. Me bajé en el Km. 26, donde también lo hicieron algunos lugareños. Entonces aproveché y pregunté, simplemente para confirmar, a una señora que era lugareña “dónde quedaba la plaza de deportes de la Ciudad del Plata”. Muy amable me dijo; "pues voy para el mismo lugar, además tengo que seguir una diez cuadras más". Aunque parezca menor, este hecho reforzó mi decisión de participar de la 4ta. Travesía Atlética Ciudad del Plata, por la gente, su humildad, hospitalidad y ganas de hacer cosas, y como quedó demostrado en este caso, "totalmente a pulmón". Si bien he tenido oportunidad de viajar no sólo por casi todo el interior de mi país, gracias a Dios, sino también al exterior, siempre es gratificante encontrar esas pequeñas señales de que vamos por un buen camino, y más aún en el paisito.
Cuando llegué a la plaza sobre las 17:45 hs., conté doce personas (corredores y algún acompañante) esperando a que llegaran organizadores a inscribir. Pasadas las 18:00 hs. llegó un vehículo con gente de la organización y también algún que otro corredor. Pasadas las 18:30 comencé a estirar y luego calentar como lo hago siempre, en solitario y muy concentrado. Sobre la hora de la partida me puse la camiseta que esa mañana me había entregado Raimundo Gonzáles. Era mi primera carrera como miembro de Sayago Running, agrupación de la que había pasado a formar parte hacía apenas unas horas. Confieso que la temperatura estaba ideal como para correr sin camiseta, cómo a mí me gusta, pero por respeto y dado que ahora ya había pasado a pertenecer a un grupo numeroso y prestigioso como Sayago Running, no lo hice. En los últimos minutos antes de partir, llegaron con botellas de agua “con gas”. Sin comentarios. Lamentablemente fue el mismo tipo de agua que se entregó en toda la carrera. Sería bueno que quienes organizan estos eventos consultaran antes y se asesoraran con gente idónea. Pienso que lo primero, cómo lo he manifestado vía mail muchísimas veces a la gente de la AAU, es la salud de los corredores, o sea según la estación o el clima buscar la hora apropiada verdad.
Participamos muy pocos corredores, pero como siempre con gente amiga y conocidos. El entorno fue estupendo, lástima las altas temperaturas y el 95% de la carrera con sol de frente que realmente agota y mucho. Faltando unos mil trescientos metros una persona caída estaba siendo atendida por una emergencia móvil y había muchos "mirones". Cuando llegué a la meta estaban esperando a una ambulancia para otro competidor, y apenas llegó se lo llevó rápidamente con sirena abierta. Lo positivo de este evento fue, sobre todo, la gente, su humildad, sencillez y calor humano. Una de las tantas satisfacciones que da el haber optado por la actividad deportiva como modo de vida, como el rugby y correr, es que por ejemplo a la llegada un corredor me agradeció mi aliento y mi ayuda. Simplemente me dejó sin habla... Lo negativo, es que quienes organizan siempre deben pensar primero en la salud de los atletas y luego en todo lo demás. Los deportistas, sin importar la edad, tenemos la obligación de controlarnos periódicamente, consultar a profesionales (médicos deportólogos, cardiólogos, fisioterapeutas, nutricionistas, docentes de educación física). Es importantísimo. Parece tan obvio y sin embargo algunos corredores no lo hacen. Se piensa “el cuerpo puede”, pero hay que pensar que el cuerpo puede en la medida en que lo cuidamos, lo queremos, lo mantenemos en forma, lo hidratamos, lo alimentamos bien, le damos el descanso necesario. Es una máquina fabulosa, que debemos amar pero también respetar.
Gracias a todos, nos vemos en la próxima...
Daniel Santiago Aguiar "el dulce de leche"
No hay comentarios:
Publicar un comentario