El día del debut comenzó con tiempo despejado. El despertador sonó a las 07 AM y salté de la cama a cumplir el rito acostumbrado pre carrera: ducha + un sólido deposito en el "banco de boston" + un desayuno adecuado. Nada más alejado de la realidad, ya que libro en mano y luego de 1/2 hora de espera, no hubo éxito con el "depósito". La demora cambió los planes de desayuno pues se hacía tarde, así que tomé lo que encontré a mano: un racimo de uvas y unas fetas de queso. Hummm....
Llegamos 10 minutos más tarde al punto de encuentro. Ya estaban Ale B con Mili, Flor y Rita en otro auto y arrancamos rumbo a San José, planeando parar a comprar algo de desayuno para mí en la ruta. El tiempo se nos hizo corto y decidimos seguir de largo.
Por el camino nos cruzamos con los triatletas del grupo que habían arrancado a las 06:30 de la mañana desde MVD, para completar 90km de bicicleta, previos a los 10km.
Llegamos a San José con muy poco margen de tiempo ya que todavía faltaba retirar los chips, entre otros detalles pendientes. El tiempo voló y tuvo que salir casi sin calentar, apenas pude hacer 3 o 4 piques rápidos y nada más.
Los Trotamundos nos concentramos en el fondo del pelotón y ahí cumplimos los rituales previos a toda carrera: saludos, choque de manos y a correr.
La mayoría estabamos mal entrenados, por lo que decidimos hacer una carrera conservadora. Rita y yo definimos ir por un objetivo de 50', que para nosotros parecía ambicioso, pero posible.
Rápidamente fuimos avanzando en las posiciones. El primer control de tiempo lo tuvimos en el km3 cuando miré mi reloj y decía 14'23" (4'50" el promedio, rápido para el objetivo planteado).
Estabamos sintiendo el ahogo del mal calentamiento, por lo que decidimos aflojar un poco al paso.
El sol se hacía sentir y el recorrido se empezaba a poner más exigente, los repechos se sucedían uno tras otro y las bajadas no daban respiro. A partir de ese momento comencé a sentir un "llamado interior", el desayuno comenzaba a reclamar su cuota parte de atención. En ese momento le digo a mi compañera: "Oficialmente me estoy c@g@ndo"
La situación se fué complicando con el paso de los kms, yo iba más concentrado en contraer esfinter que en contraer músculos. Los jardines de las casas de los vecinos se tornaban cada vez más atrayentes. Varias avenidas con cantero central y arbolitos pasaron frente a mis ojos y solo los evité porque veníamos con buen paso.
En el km5 llegó el momento de hidratar con agua salus. Justo a tiempo, ya era complicado por demás el tema del calor, los labios resecos y la garganta ardiente.
Nuestro paso firme y constante nos hizo ganar muchas posiciones. Llegados al km6 estabamos en 29'20" levemente más rápido que el objetivo. Y el desayuno volvió a avisar.
Esta vez fué un reclamo severo, no tenía intenciones de esperar hasta el km10. La tensión por la situación me hizo retrasarme unos metros y le digo a Rita que no me espere, que se vaya adelante si tiene resto. Poco a poco aflojo el paso y Rita se aleja. Me pasan muchos corredores que ya había dejado atrás. Cada sitio baldío se vuelve una tentación. Veo pasar las casas y la gente en los jardines y dudo en parar o seguir.
Pasando el km8 la situación se vuelve insoportable y ya no puedo decidir, directamente actúo. Paro y camino 3 o 4 metros, en una vereda los dueños de casa miraban el pasaje de los corredores. Me acerco y le digo casi que en lenguaje de señas que necesito ayuda.
- ¿Agua? Me pregunta amablemente
- Nooooo, el bañoooo !!!
Con cara de asombro y más amabilidad aún, me dice
- Si claro, pasá.
Era al fondo a la derecha como en todos lados.
Algunos corredores que venían más atrás me gritaban que a la vuelta de la esquina había agua nuevamente... seguro pensaban que tenía sed. A gritos les explico la situación y me mando a la casa.
Apenas "llego a tiempo" y BLUMMMM !!!... las lágrimas de alivio rodaron por mis mejillas, veo el reloj 38' y poquito... dedico unos minutos a "despedir a un amigo del interior". El PH escaseaba en la habitación, rápidamente volé mentalmente a una clase de plástica del jardin de infantes cuando uno no pintaba, sino desparramaba pintura de un lado a otro. Cuando creo que estoy en condiciones de seguir doy por terminada la faena y retomo la carrera... veo el reloj y marcaba 44'... 5 minutos perdidos sin posibilidad de recuperarlos.
Arranco tranquilo, las piernas al principio estaban dormidas, casi enseguida había agua; el marcador del km9 me dió la tranquilidad de saber que estaba cerca del final, acomodé mejor el paso y pude levantar un buen promedio en el ultimo km.
Llegué entero, con buen paso y respiración tranquila... y sobre todo más liviano. Es "buenazo" el ejercicio para perder peso, en 10km perdí como 2 kgs.
En fin, mis peores pesadillas se volvieron realidad... por suerte un vecino de San José fue tan amable como la gente del interior sabe serlo y me salvó la carrera.
Por mi parte aprendí por las malas una buena lección, nada de uvas antes de una carrera... en todo caso las uvas en la noche anterior para que tengan el tiempo de hacer efecto.
Habrá revancha sin dudas. Para la próxima etapa espero llegar mejor entrenado, con mejor descanso, y sobre todo mejor desayunado.
Fuente:http://llegarascuandovayas.blogspot.com/
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