La vasta historia del mayor acontecimiento deportivo del mundo se remonta a los primeros juegos de la antigua Grecia que tuvieron lugar en Olimpia en el año 776 antes de Cristo. Miles de años después, el largo viaje del movimiento olímpico tiene una nueva parada, esta vez en Pekín (China), sede de los XIX Juegos Olímpicos de la Era Moderna.
Es imposible determinar una fecha exacta de aquellos Juegos de la antigüedad, ni conocer los motivos reales por los que aparecieron. Se barajan distintas versiones, aunque la mayoría coinciden en un fuerte componente religioso, que en el año 884 a. de C. (antes de Cristo) se transforma en una tregua a las guerras que asiduamente se producían por los distintos pueblos griegos.
Los libros de historia cuentan que aquellos juegos nacieron para resolver en la arena de los estadios lo que no se podía solucionar con las armas y, caló tan hondo en el espíritu de aquellos griegos que, desde el año 776 a. de C., se empezaron a contabilizar ediciones y resultados.
En aquellos juegos se predicaba, ante todo, la belleza del cuerpo humano, por lo que los atletas -no se permitía el acceso de las mujeres al estadio-, que representaban a diferentes aldeas, participaban desnudos y descalzos. Las carreras a pie fueron una de sus principales competencias, disputadas en una superficie en forma de óvalo con una longitud de 300 varas, medida que hoy en día equivaldría a aproximadamente 333 metros.
Los lanzamientos (disco y jabalina), la lucha y las pruebas de cuádrigas fueron otras pruebas que se fueron introduciendo poco a poco.
Korebo, cocinero de Elida, está considerado el primer campeón olímpico de la historia, ganador de la carrera de velocidad (de 200 metros) en el año 776 a. de C. y que recibió una rama de olivo y obtuvo el reconocimiento de ser el mejor y tratado como un semidios. Aquellos que querían competir debían cumplir una serie de requisitos: ser griego, libre, hijo legítimo, no estar deshonrado y haber entrenado durante los diez meses anteriores.
Se tiene constancia de que aquellos juegos se organizaron regularmente hasta el 393 después de Cristo, poco antes de que el emperador Teodosio prohibiera su celebración.
Muchos años después, en 1892, el francés Pierre de Fredi, barón de Coubertin (París, 1863-Ginebra 1937) propuso la reinstauración de los Juegos y llevó su sede a Atenas en 1896, los que serían a partir de entonces denominados Juegos Olímpicos de la Era Moderna.
ATENAS (GRECIA) 1896, LOS PRIMEROS JUEGOS:
Más de mil quinientos años después de que el emperador Teodosio aboliera los Juegos de la antigüedad, el estadio Panatinaico de Atenas inaugura un 6 de abril de 1896 los primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna, un estadio copia del de Olimpia, construido a 350 kilómetros del original.
Participaron 241 atletas, todos hombres, de 14 países en nueve deportes (atletismo, ciclismo, esgrima, gimnasia, natación, tiro, halterofilia, lucha grecorromana y tenis) y los vencedores recibieron medallas de plata y un ramo de olivo, los segundos clasificados una medalla de bronce y un ramo de laurel, y un diploma los terceros.
Se disputaron 43 pruebas y los estadounidenses ganaron once preseas de plata, de ellas ocho de las doce de atletismo. El estadounidense James B. Connolly (1865-1957) se convirtió en el primer atleta que subió al podio como campeón olímpico al vencer en el triple salto, con una marca de 13,71 metros.
Aunque el más célebre de aquellos Juegos fue el griego Spyridon Louis (1873-1940), vencedor de maratón, carrera que se organizó en memoria del soldado ateniense Filípides, que corrió la distancia de 40 kilómetros (no 42.195 metros como se corre en la actualidad) desde la llanura de Marathon hasta Atenas para anunciar la victoria del caudillo griego Milciades sobre los persas, cinco siglos antes de Jesucristo.
Louis tardó casi tres horas en recorrer la distancia de Filípides y se convirtió en un héroe nacional. El monarca griego le ofreció concederle el favor que le pidiera, pero solicitó solamente la liberación de su hermano, encarcelado por una condena de seis meses por participar en una pelea.
Para polifacético el alemán Carl Schumann (1869-1946), que ganó en tres pruebas de gimnasia (caballo de salto y en equipos en barra de equilibrio y paralelas), en lucha grecorromana y participó en tres pruebas de atletismo (longitud, triple salto y lanzamiento de peso) y en halterofilia. En total cuatro medallas de plata en cuatro deportes.
Otro destacado de estos Juegos fue el francés Paul Masson (1874-1944), ganador de tres medallas de plata en ciclismo en pista (1.000 metros y 10.000 metros, y en los 1.000 metros contrarreloj).
ATENAS 1896 EN CIFRAS:
14 países participantes.
241 deportistas, todos hombres.
9 deportes (atletismo, ciclismo, esgrima, gimnasia, natación, tiro, halterofilia, lucha grecorromana y tenis)
43 pruebas.
LA FIGURA DE LOS JUEGOS:
Spyridon Louis (Maroussi, Grecia, 1873-1940), vencedor del maratón.
DEPORTISTA CON MÁS MEDALLAS:
Carl Schumann (Munster, Alemania, 1869-1946) que participó en cuatro deportes y en ocho pruebas. Schumann ganó en caballo de salto y por equipos en barra de equilibrio y paralelas (gimnasia), y en lucha grecorromana. También participó en atletismo (longitud, triple salto y lanzamiento de peso) y en halterofilia.
MEDALLERO: (en Atenas no se entregaron medallas de oro. El primero recibía la medalla de plata, el segundo de bronce y el tercero un diploma).
EE.UU. Plata: 11; bronce: 7; diploma: 2. Total: 20.
Grecia. Plata: 10; bronce: 17; diploma: 19. Total: 46.
Alemania. Plata: 6; bronce: 5; diploma: 2. Total: 13.
LA ATENAS DE 1896:
El nombre del país cuna de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna era Hélade, derivado de Helen, padre de los fundadores de las estirpes griegas. El nombre de GRECIA procede de la tribu de los Graecii, asentada en el sur de Italia; de ahí que los latinos denominaron griegos a todos los helenos.
Su capital es Atenas. Aunque existe cierta disparidad de criterios, la teoría más extendida es la que dice que proviene de Atenea, la diosa de la sabiduría, quien, según la leyenda, consiguió la ciudad tras la disputa con Poseidón. La victoria de la diosa quedó representada en la construcción de un templo en la Acrópolis.
Como ciudad-estado, la capital costera de Atenas llegó a su pleno apogeo durante el siglo V a.d.C. durante el mandato de Pericles (desde el 461 a.d.C. hasta su muerte en el 429 a.d.C.),
Muchas guerras y avatares sufrió la ciudad desde su época dorada, pero la verdadera transformación de la ciudad se produce tras la Guerra de la Independencia Griega, conflicto que se desarrolló entre los años 1821 y 1829, a partir del cual Atenas pasó a formar parte del nuevo Estado griego y fue nombrada capital del país, concretamente el 18 de septiembre de 1834.
Es este el punto de nacimiento de la Atenas moderna. A partir de entonces la ciudad se restauró como la capital de una Grecia nueva e independiente. Los refugiados griegos llenaron la ciudad al finalizar la guerra entre Grecia y Turquía haciendo así que subiera de manera notable la tasa de población.
Es esta Atenas en fase de desarrollo la que se encuentra el barón de Coubertin cuando deciden que sea aquí donde se disputen los primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna, aunque a punto estuvieron de no hacerlo, por falta de fondos.
Los partidos políticos dominantes en el momento no accedieron a financiar el evento y hubo un período en que se pensó cambiar de sede, concretamente llevar los Juegos a Hungría, pero gracias a la financiación privada del magnate griego Georges Averoff (1815-1899), que donó un millón de dracmas para la causa, el equivalente a 3.500 dólares, se pudo restaurar el antiguo estadio Olímpico de Atenas, denominado Panathinaiko, que se construyó en el 330 a. d. C. y los Juegos se inauguraron.
JUAN A. MEDINA.
EFE REPORTAJES.
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