30/9/2006 Corre Colón Etapa de la AAU C. A. Olimpia
Vivo a una cuadra de la plaza 12 de Octubre en Lezica, se que están por empezar a pasar los corredores, invento una escusa en casa y salgo a verlos, voy con Santiago, el tenía 2 años, yo varios más que él y un par menos que ahora.
Los empiezo a ver pasar, las ganas de estar ahí corriendo junto a ellos son demasiado fuertes, hice deporte durante varios años pero la vida de casado, los hijos, el trabajo, las excusas de siempre, me hicieron abandonar, pero el deseo esta latente, las endorfinas duermen pero allí están.
Pienso mientras veo las camisetas de Olimpia, algunas de Nacional, otras que no conozco, pienso, "tengo que arrancar", correr me gusta, lo he intentado, pero siempre abandono.
Santiago se aburre, tengo que volver a casa mientras los corredores siguen pasando. En Noviembre es la Nativa, "este año la tengo que correr".
Pero no lo hago.
Setiembre 2007
Este año si.
Cada vez que veo una camiseta amarilla de la Nike 2006, me enojo por no haber cumplido mi objetivo del año anterior, tengo que prepararme y correr.
Pasó un año y no corrí ni la Nativa, ni la Nike, ni nada. Tengo que empezar.
Empiezo a correr por Garzón, una, dos veces por semana, el 29 de este mes es la Etapa de Olimpia y me voy a anotar, lo hago sin decirle a nadie, es un compromiso conmigo, entreno poco, solo quiero probar si puedo correr 10K, pensando en la Nativa o en la Nike. Ahora pienso como el marketing de estas empresas lleva corredores a la calle, muchos se quedan en su casa esperando un año para volver a correr y otros no paran más.
Ese año la etapa fue de 10,8 K, termine en una hora y segundos. Que solo me sentí, no conocía a nadie, solo me saludo el pistero de la estación de servicio que me vio sentado en el cantero de Garzón tomando Gatorade. Tenía mi medalla y un lindo dolor en las piernas, ahora sabía que podía.
Que solo me sentí, pero que feliz.
Sigo entrenando entre semana, corro la etapa del Prado y después la Nike y la Nativa, le empiezo a tomar el gusto, entro en las páginas de Internet, leo, conozco, aprendo y sigo entrenando, a veces corro a altas horas de la noche, los travestis de Garzón me dicen piropos y yo, como me enseñaron, sigo con la vista al frente.
Me anoto como corredor libre en el campeonato de la AAU, más que por competir, por tener un motivo para no dejar de correr. Voy a San José, a Pando, a Florida, a todos lados donde puedo, siempre a correr, casi siempre solo, pero empiezo a conocer gente, soy un poco tímido, conozco a más de los que me conocen a mi. Pero lo importante es correr, medir el tiempo, calcular la distancia, tratar de mejorar carrera a carrera.
En mi casa no me entienden, ¿porque salir a las 11 de la noche en invierno a correr?, no importa, yo a veces tampoco lo entiendo, pero me hace falta, sino lo hago me molesto, me pongo de mal humor y no puedo dejar de pensar en que tengo que correr.
Mi psicólogo me dice que tenga cuidado, correr puede convertirse en algo adictivo.
Dejo de ir al psicólogo, correr es más barato y me hace sentir mejor.
Casi terminando el año me da por empezar a escribir en mi blog. Creo que el correr, más allá de que a veces formamos equipos, integramos grupos, siempre termina siendo un deporte individual. Por más que arranquemos todos juntos, siempre en alguna parte del recorrido, sea en el km. 7, en el 15 o en el 32, estamos solos con nosotros mismos, escuchando nuestro corazón, nuestra respiración agitada, sintiendo el sudor por nuestra cara, esa parte es solo nuestra y en el momento no se puede compartir.
Tal vez por esto necesitamos tanto hablar, escribir, contar nuestra experiencia, poca o mucha; buena o mala, pero experiencia al fin.
Contar las cosas a mi modo generó algunas criticas, pero me acerco más a la vida de los corredores agrupados en la AAU, conocí a más gente que la que hubiera conocido solo corriendo, me ha permitido sentir la obligación de mantener un contacto regular con quienes se toman la molestia de entrar a esta página.
El año termina y a uno le parece que tiene que hacer un resumen de lo vivido, poner en la balanza las decisiones tomadas y arrancar el nuevo año con más fuerzas. Ya he dicho en algún momento que este año ha sido muy difícil para mi a nivel personal, pero he encontrado en el deporte no solo un escape, sino una razón para seguir adelante, encontré un grupo de Amigos (con mayúscula) que me han enseñado que la pasión por hacer lo que a uno le gusta puede más que cualquier diferencia de pensamiento religioso, político, social o deportivo. Nos une a todos la misma pasión por correr y es la escusa perfecta para estar juntos.
Hace un tiempo escuche a un directivo de la AAU criticar a los que piensan que somos un grupo de amigos que se encuentran para correr los domingos. Me parece bien que un directivo no piense así, los que dirigen deben tener una visión más amplia, más profesional del tema; pero yo quiero seguir pensando que aparte de ir a correr, también me voy a encontrar con mis amigos.
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