domingo, 8 de noviembre de 2009

Una ola amarilla tapó las calles montevideanas

La séptima edición de la Nike 10K fue un éxito y coronó al atleta paraguayo Jorge Cabrera como el más veloz de los 7.700 corredores
GUILLERMINA LUZURIAGA


Una multitudinaria marea amarilla se apoderó de la tarde sabatina e hizo temblar a la rambla montevideana.
Más de 7.700 corredores se dieron cita a la tradicional prueba atlética, que se puso en marcha desde el Palacio Legislativo y que tuvo una
meta común para la gran mayoría: cruzar el cartel de llegada dispuesto en el Kibón.

A diferencia de la mayoría, Jorge Cabrera se presentó con el objetivo de prepararse para las carreras que afrontará antes del final de la temporada.

Tiene 28 años, es paraguayo y llegó a Uruguay invitado por Nike.
Fue el primero en arribar con un tiempo de 30`27, y fue escoltado por Oscar Cortinez, quien llegó a 8``. El podio lo completó Andrés Zamora, el mejor uruguayo, con un crono de 30`37``.

En damas la vencedora fue la argentina Rosana Preussler, quien cubrió la decena de kilómetros en 35`05, mientras que la segunda ubicación quedó en manos de Nadia Rodríguez.
La atleta local más destacada fue Claudia Ramírez con un tiempo de 38`24.

En lo que refiere a Capacidades Diferentes, el ganador fue, una vez más, Eduardo Dutra.
Ya asiduo a consagrarse como vencedor, en la ocasión realizó un tiempo de 33`55. Bruno Romero y Fabián Martínez fueron segundo y tercero, respectivamente.

En No Videntes masculinos, el primer puesto se lo llevó Álvaro Pérez, quien completó el recorrido en 40`12.
En la rama femenina ganó Laura Paipo, quien arribó en 55`39.

El evento, que contó con la participación de los olímpicos Andrés Silva, Heber Viera y Déborah Rodríguez (arribaron juntos), tuvo más de 11.000 preinscriptos y ofreció una colorida previa en la que se pudo realizar ejercicios de precalentamiento a cargo de un profesor de educación física.

Además, se contó con tres camiones que oficiaron como ropería, un ómnibus para quienes largaron pero no lograron completar el circuito y una importante cantidad de baños químicos.

A la llegada hubo 15 masajistas a disposición de quien deseara una sesión y una amplia cobertura sanitaria cubierta por SEMM.

Desde la primera 10K, que se corrió en Punta del Este en 1994, a la de ayer, hubo grandes y muy destacados cambios que han hecho de ella una de las pruebas más destacadas del medio.

La séptima edición dejó una excelente imagen y Nike prometió volver el próximo año con un sin fin de sorpresas e innovaciones.

Hidratación: Paso a paso con los atletas
Durante todo el recorrido, los participantes estuvieron correctamente hidratados. La organizació dispuso de cuatro puestos ubicados en la largada, en los kilómetros 3.5 y 7.5, y el restante en la llegada. Más de 75 personas trabajaron para repartir botellas de agua Nativa (se entregaron 25.000 litros) y Gatorade.
El esfuerzo, claro está, se vio recompensado y los atletas soportaron la dura prueba muy bien hidratados.
Cabrera: "Es un gran honor ganar esta 10K"
Jorge Cabrera, deportista exclusivo de Nike, quien corrió su segunda prueba en Uruguay, contó que la de ayer fue para él una competencia de preparación: "Estoy entrenándome para fin de año, donde voy a participar de la San Silvestre de San Pablo, y por ello es que corro pruebas en toda Sudamérica". "Es un gran honor para mí ganar esta 10K, siempre hay muy buena competencia", sentenció el paraguayo.
Pintado: A sus 77 años, corre con dos muletas
A Juan Carlos Pintado no le pesan los años ni las muletas que utiliza para moverse.
Hace más de tres décadas que participa de este tipo de pruebas y jamás se perdió una edición de la Nike 10K.
A sus 77 años es todo un experto en la materia y dice tener cuerda para rato: "Siempre vengo, me gusta mucho el deporte y el ambiente que hay", explicó con una enorme sonrisa y la remera número 6519 a pocos metros de la largada.

Fuente: Ovación digital

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