Esta historia comienza hace varios meses cuando surgio la idea de correr alguna carrera en el exterior, en la búsqueda de que hacer y donde, fue alli que salio la idea de hacer la K42 en Villa la Angostura, fueron referentes de nuestra consulta Dardo Segurola y Anhalia Pugliese quienes ya la corrieron y las palabras de ellos fueron: “no dejen de ir, es un lugar increíble”, las inscripciones para esta evento ya hace unos meses que estaban los cupos completos, por ende giramos el dinero de la inscripción con mucho tiempo anticipado.Solo restaba entrenar y ponerse a punto para esta carrera de montaña, y como se entrena para este tipo de carreras que es considerada la mas dura de Sudamérica, quedaban pocas opciones ir a las sierras ya sea Minas o Maldonado, o simplemente hacer trabajo de fondo, gimnasio, cuestas en Montevideo dado que no había ni tiempo ni plata para irse al este a entrenar.Pasaron los meses entrenando entre fonditos, carreras de mtb, aventura, algún dua y las de calle fuimos armando el entrenamiento y los meses fueron pasando hasta que llego el día del viaje el cual es una verdadera odisea llegar hasta ese mágico lugar.
Partimos el jueves a las 7.30 am rumbo a Colonia donde ahí tomaríamos el rápido de Buquebus hasta Buenos Aires, ya en dicha ciudad nos trasladamos a la terminal de Retiro donde nos esperarían 20 horas de viaje en Vía Bariloche hasta Bariloche, acá tomaríamos otro bus rumbo a Villa La Angostura, para que tengan una idea fueron unos 2500 kms el viaje de ida pasando por ciudades, pueblos, campo mas campo y los paisajes que iban tomando diferente color, desde el verde de las praderas, pasando por territorios muy áridos y a medida que nos adentrábamos a San Carlos de Bariloche empezaba a apreciarse las montañas y bosques donde se perdía la mirada ante tanta belleza y no daban los ojitos para poder contemplar esos paisajes que parecían salir de un cuento.Luego de 25 horas de viaje llegamos a ese mágico lugar que es Villa La Angostura, lo primero que debíamos hacer era registrarnos en el Hostal y salir rumbo al Centro de Convenciones donde se entregarían los kits para la carrera, en toda la ciudad se respiraba la K42 y todos estaban pendientes de lo que ahí pasaría el día sábado, para que tengan una idea la empresa Via Bariloche que era auspiciante de la prueba tenia gigantografias en sus buses alusivas a la carrera, o en la plaza que se encuentra en la avenida principal también había una gigantografia, se estaba esperando esta fiesta.
Ya en el Centro de Convenciones retiramos los kits que estaban compuestos por la remera de carrera, una remera de entrenamiento, algunos regalitos, pero destacar la organización que había dispuesta, cada detalle cuidado al máximo y una organización impresionante.Luego a almorzar y empezar a recorrer la ciudad dado que a las 19 horas del sábado había la charla técnica en un gimnasio.La ciudad es como estar dentro de un cuento con montañas, bosques, lagos que la rodean y crean paisajes indescriptibles, las construcciones de piedra y madera, una limpieza impresionante, la gente nos trato de forma excelente, si bien el clima esta frio se respira un aire de paz, tranquilidad, buena onda…
A la hora de la charla técnica era una multitud en el gimnasio de la Villa, se hablo de la carrera, de las medidas de seguridad, de la cantidad impresionante de gente que estaría trabajando para la carrera, se hizo la entrega de las remeras malla oro a quines ya llevan 6 ediciones de esta carrera, y la verdad había mucha adrenalina por correr y al ritmo de AC DC nos despedimos hasta la largada.
Y llego el gran día, ya a las 6 am estábamos levantados y con la ropa pronta de la noche anterior nos dispusimos a desayunar donde el comedor del hostel eran muchos corredores ya palpitando lo que se vendría en unas horitas, habían 2 horarios para trasladarnos a la salida que era en el Lago Espejo a unos 15 kms de Villa La Angostura, para ello estaban dispuestas camionetas Van y buses para trasladar a todos los corredores hasta ese punto, habían dos horarios de salida que eran a 7.45 y 8.30 am, con previo registro de cada corredor de la hora elegida.
En la Van fuimos compartimos charlas con una pareja de madrileños, varios argentinos, donde fue un viajecito divertido intercambiando opiniones y vivencias.
Una vez llegado al parque había que hacer un descenso a pie de unos 400 metros hasta llegar al Lago dado que las camionetas no podían ingresar hasta ese punto.
Luego de ese recorrido por un camino rodeado de arboles llegamos y lo primero que se ve es una vista impresionante de este Lago rodeado de montañas y bosque que le daban un marco indescriptible al paisaje.
Estaba todo pronto, arco de salida, música, baños, los fotógrafos que no se perdían detalle alguno, la conducción del evento excelente charlando con los participantes, y fue quedando todo pronto para la hora de largada que seria a las 10 horas.
Llego la cuenta regresiva y al ritmo de AC DC y todo el mundo aplaudiendo se largo la K42, me parecía mentira estar ahí, pero no había tiempo de pensar sino de correr y disfrutar, la largada se hizo por el camino que nos conduciría al Parque Nahuel Huapi y de esa forma empezaría una odisea a través de bosques, caminos, senderos, barro, agua, nieve, largos ascensos muy pronunciados, descensos muy rápidos.
Esta fue la tónica de la carrera, donde había que funcionar a pura tracción dado los complicados ascensor que por momentos quedábamos en forma casi vertical y había que ayudarse de arboles, ramas y las manos para ascender metro a metro pero como en todo el circuito tras un largo ascenso venia un descenso rápido lo cual hacia difícil controlar las piernas pero fue la primera mitad de carrera y según decían muchos esto recién empieza y en mi caso estaba muy cansado, la que me esperaba……ya a esa altura le pregunto a Nacho otro loco que corre de Neuquén con quien corrí 25 kms , que se viene y me dice: la subida al Bayo, prepararte que lo que viene es muy duro y tales las palabras de este amigo que así seria, había que subir el Bayo y eran mas de 4 kms de trepada bastante empinada por momentos y donde las piernas ya nos pasaban factura, pero a medida que íbamos subiendo la vista era cada vez mas hermosa y llegamos al camino ya casi en la cima donde el paisaje que teníamos eran los Siete Lagos y ahí me detuve con el grupito que íbamos a contemplar esa belleza que realmente es incomparable e indescriptible, tanto Nacho como yo estábamos con las rodillas sentidas pero como decíamos en ese momento somos privilegiados al poder estar allí, estar ahí es un regalo al alma, y como una vez me dijo el “indio” Cortinez en una charla de café “cuando no puedas correr con tus piernas corre con el corazón” y les aseguro que cuando estas ahí no queres bajar, podría quedarme horas mudo y estupefacto admirando tanta belleza, en mi garganta se hizo un nudo y no podía dejar de mirar…
Pero debíamos seguir por el camino un poco mas hasta girar en la Estación de Esquí donde comenzaría un descenso vertiginoso, realmente era muy difícil frenarse dado lo pronunciado de ese caminito, y al mejor estilo de niños cuando bajábamos las dunas en algún que otro balneario intentamos descender tratando de no forzar las rodillas donde nos esperaba 1.5 kms el puesto de fruta que seria fundamental para reforzar energías y de esa forma llegar al km 33, de ahí en mas eran bajadas y pequeñas cuestas por los senderos del bosque hasta llegar a la ruta unos metros y volver al mismo para seguir luchando contra uno mismo….energías ya no quedaban…si habían muchas ganas…mucho corazón…luego de un rato y donde el gps marcaba mas de 6 horas 30 de carrera y donde el gran JX ya estaba a mi lado y también con su rodilla mal pero en su caso ya venia de antes, nos quedaban algunas subidas y bajadas, lo único que preguntábamos cuanto falta para salir al pavimento?.... y cada vez se sentía mas fuerte la música en la llegada hasta que ahora si divisábamos la calle, cruzábamos un pequeño puentecito y nos quedaban 500 metros por la principal de la Villa para luego girar a la izquierda y ahora si teníamos a 200 el arco, Edu Medina de Olimpia un compañero del carajo que fue acompañarnos me da la bandera Uruguaya y con JX nos dedicamos a disfrutar esos metros, el conductor que anunciaba nuestra llegada y pedía un aplauso grande para los uruguayos que vienen con su bandera luciéndola muy orgullosos, mientras trepado en una valla estaba Jorge Castiglioni de Correcaminos al grito de: “Vamo Uruguay”,los aplausos y gritos de la gente y corredores, quedaban esos metritos y mis lagrimas y la emoción se habían apoderado de mi, cruzamos el arco y solo atine a saludar a mi hermano de ruta JX y mire al cielo donde seguro mi viejo estaría muy orgulloso de mi...
Después quedaría solo disfrutar de lo logrado, las charlas post carrera, las anécdotas, la fiesta y demás, ya en la intima del Hostal con Dulce, JX, Edu charlamos bastante de lo que fue la experiencia que sin lugar a dudas es inolvidable.
El domingo nos dedicamos a pasear y recorrer la Villa un poco mas a fondo, sin dejar de mirar la inmensidad del Bayo y con Daniel un argentino de Trenque Lauquen que compartimos la habitación y las jornadas mirábamos hacia arriba y decíamos pensar que subimos hasta ahí, nos sentíamos orgullosos de haberlo hecho.
Nos quedaba armar la valija y emprender el retorno, en lo personal me vuelvo con una experiencia impresionante, compartir estos días con Jorge, Daniel y Eduardo que son grandes hermanos de ruta, el compartir experiencias con Daniel un “loco que corre” de Trenque Lauquen, los corredores que estaban en el Hostal con quienes compartimos muchas charlas y experiencias, la posibilidad de conocer un lugar como Villa La Angostura que parece salido de un cuento, en mi valija me traigo recuerdos increíbles de esta experiencia inolvidable que me cuesta trasmitirlos con palabras.
Cuando leí que el espíritu K42 hay sentirlo….es así no es solo una carrera hay que vivirlo para poder sentirlo….es mas que una carrera que quedara grabada en nuestro corazón y en el alma.Nos vemos en la ruta.
Raimundo Gonzalez Laguzzi
2 comentarios:
Inevitablemente, al momento en el relato de tu llegada, una lágrima que pugnó por salir desde la primer oración, se desbordó...
Tuve la oportunidad de palpitar el antes y el durante de la carrera a través de la página..., pero con tu crónica, he tenido el placer de correr y llegar...
Me satisface enormemente saber que el esfuerzo de un año de entrenamiento se viera coronado con tal mangitud.
Gracias, una vez más, por compartir tus correrías!!!!!
Conociendo de cerca todo tu entrenamiento y las ganas que le pusiste a esto, también a mi se me escapa un lagrimón. Me siento feliz de tu logro, y por sobre todas las cosas de contar con un tipazo como amigo.
Un abrazo, y el año que viene estaremos recorriendo esas montañas juntos.
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