Como un sueño, y luego de despertar al día siguiente después de un largo y agotador viaje en auto, allí estábamos en Yerba Buena (Tucumán), cuatro Uruguayos desayunando a las 6 a.m. esperando la tan anhelada carrera que comenzaría a las 7 a.m..
Luego de desayunar, y ya vestidos para la ocasión, nos acomodamos las mochilas nuevas, bastones, banderita Uruguaya, y emprendimos viaje hacia la largada que quedaba mas o menos a 800mts aproximadamente.
Ya en el lugar, todavía de noche, esperando la charla previa y los nervios a mil, llegó la hora y a la cuenta de 10 partimos hacia lo desconocido.
De primera nomás una cuesta que fue desde los 580mts a los 950mts de altura en 14 Km parte fácil para lo que se venía, llegamos al p.c.1 y emprendimos la marcha hacia el p.c.2 que no estaba tan lejos, a 12km y 60mts arriba.
Luego llegamos al p.c.3 Km 31 donde se hizo una parada obligatoria de 20 mm, en ese punto nos enteramos que uno de los integrantes del equipo Uruguayo había tenido que abandonar por lesiones en las piernas. Nos hidratamos, repusimos energías, y nos preparamos para seguir, hasta acá era fácil, así nos decían otros corredores lugareños,"la carrera comienza en la escuela de Anfáma"p.c.4, hacia allí nos dirigimos, cruzando el Río Grande unas 8 veces con el agua por las rodillas y con una fuerza increíble que te arrastraba, hasta llegar al PC 4, Km. 48 de la carrera y a 1767mts de altura, llegamos a la escuelita , repusimos fuerzas nuevamente y salimos casi enseguida , no podíamos quedarnos por mucho tiempo, por el motivo de que había que llegar al p.c. 5 que siendo el mas duro de todos, queríamos llegar de día.
Cuando comenzamos a subir la cuesta de anfama, mas que anfama era infame, nos invadió un silencio tal, que en una parte de la pendiente le digo a mi compañero Héctor: ¿Lo que se escucha retumbar es el corazón? Y no solo eso cuando me miro el pecho noté que se movía todo, parecía querer salirse. Y pensé, bueno si no se rompe ahora no se rompe mas, pero al disminuir un poco el ritmo enseguida volvía todo a la normalidad.
No te puedo contar con palabras la paz que se siente al estar allí, lo inhóspito y bello del lugar, eso si cuando caminábamos por los senderos de las mulas, eran bastante estrechos y si mirabas hacia la derecha lograbas ver un gran desnivel donde tenías que tener mucho cuidado de no caer, cualquier error o desconcentración podría significar una tragedia.
Enfrente del camino siempre había otra montaña, y cada vez que la quería observar me mareaba, están seguro de que si la seguía mirando caía nomás.
Bueno, por fin llegamos al p.c.5, Km 64 y 2600mts de altura, a la casa de Rogelio Ayala donde ya era de noche y nos esperaban con mate cocido, primera vez que tomaba, no sé si era el cansancio o el frío pero que rico estaba.
Partimos nuevamente y al preguntar ¿falta mucho? Y nos respondieron, estábamos ahí, ahí nomás como dicen los lugareños, el ahí nomás de ellos eran 15km.y con cuesta arriba y un viento en contra que venia desde el abra lo ponía todo un poco mas difícil. Recorrimos la ciénaga hasta el p.c.6, Km.72 a 2700mts de altura y al mirar hacia la derecha el valle se hizo notar, fue emotivo ya que parecíamos estar mirándolo desde un avión, y con un gran lago iluminado por la luna.
Ya habíamos pasado la parte mas dura, pensamos, hasta que comenzamos a bajar un desnivel de 600mts por un sendero zigzagueante y lleno de piedras sueltas que brillaban por la luz de nuestras linternas y nos encandilaban no dejándonos ver con claridad, nuestras rodillas comenzaron a doler pero ya quedaba poco, no había vuelta atrás.
Logramos llegar al p.c. 7 y allí nos informaban que nos quedaban 1.5km nada mas, contentos y exhaustos emprendimos el tramo final, cuando a los 400mts antes de llegar, comenzamos a escuchar por el auto parlante la bienvenida a todo el color, parecía estar trasmitiendo la llegada Edgardo Ramos Verdes, imagínenselo.
Bueno, como no podía ser de otra manera, mucha emoción y satisfacción en la llegada. Misión cumplida.
Alejandro Tabarez(Agrupación X )
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