sábado, 12 de julio de 2008

Una campeona de la vida

Referente indiscutida del duatlón argentino gracias a su victoria en General Pinto donde se consagró campeona nacional 2006 en modalidad rural o sus éxitos de 2007 y 2008 cuando se coronó como la número dos criolla en ruta y rural respectivamente, en ambos casos con sendas coronas en la categoría de 30 a 34 años de edad, Marisa Prado también es una de las mejores corredoras de la actualidad tal como lo demostró a mediados de junio cuando ganó la séptima edición del Maratón de Rosario al completar los 42 kilómetros en 3 horas; 1 minuto y 50 segundos que constituye su récord en esta distancia. Con la misma garra que la lleva a lo más alto del podio, ella también se abre paso en la vida y así lo contó al dialogar con eldepornauta sobre los escollos que debe afrontar esta atleta profesional en su entrenamiento que debe lidiar con una realidad propia de un amateur.

 

A sus 35 años, casada con Juan Carlos García, también atleta, con quien tuvieron dos hijos Jonathan y Leandro de diecisiete y dieciséis años –"son dos chicos que andan muy bien en sus categorías, son dos buenos proyectos", se enorgullece sin poder ni querer ocultarlo-, Marisa Prado comenzó a correr a mediados de 2000 como forma de bajar de peso. "Anteriormente corrí dos temporadas en ciclismo MTB hasta que también me volqué al pedestrismo pero desde 2004 que lo hago en forma competitiva", le explicó a nuestro editor, Fernando Horowitz, la discípula de su esposo cuya planificación varía entre los 90 y 140 semanales según su calendario de carreras.

 

"Corro por una calle de tierra de mi ciudad, Carlos Casares, en la que tengo todos los kilómetros marcados", detalló esta fondista que tiene dos objetivos que parecen ir de la mano: bajar sus marcas y conseguir un auspiciante cuyo apoyo le pemita dedicarse íntegramente a su carrera deportiva. En la actualidad hace malabares con el tiempo y su energía. "Trabajo seis horas por día como empleada doméstica, sumado a las tareas propias de mi casa, tengo que entrenar en el tiempo libre que me queda sin importar el horario; el clima ni el cansancio acumulado, inclusive aquellos días en los que me tocan fondos largos o doble turno", afirmó Prado. Consultada sobre sus claves para tan buenos resultados, lo atribuyó a "la planificación, la constancia de años y la suplementación deportiva que me aporta la gente de Saturn que a través de Fabían Lavalle me brinda aminoácidos, también cuento con el apoyo incondicional del pueblo de Carlos Casares a la que le dedico cada carrera".

 

Con cuatro 42K maratones en su haber –"debuté en 2006 en La Pampa con 3h15m21s, al año siguiente metí 3h08m29s y en abril de este año hice 3h11m16s"-, calificó a su triunfo en Rosario como el más importante. "Espero poder competir en el maratón de Buenos Aires 2009 ya que este año será imposible porque corrí en Santa Rosa y Rosario con dos meses de diferencia", señaló quien también se luce en 5; 10 y 21 kilómetros con registros de 18m10s; 37m32s y 1h24m45s respectivamente. Conocedora como pocas de la actualidad de la mujer en el deporte en general y del atletismo argentino en particular, se alegra del "alto nivel competitivo" aunque todavía persiste cierta discriminación. "Muchas veces veces los premios de las mujeres son menores que los de los hombres aunque corremos la misma distancia y pagamos la misma inscripción que ellos, esto no es lo único pero es ejemplo de la desigualdad que existe entre ambos sexos", añadió Prado.
 

 

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