viernes, 25 de enero de 2008

El equipo Bandera al Cielo llegó a la cumbre. (Fuente: El Depornauta)

A principios de septiembre completaron el Tetrátlon de Chapelco; después se destacaron en el Rally Bike Revancha al Río Pinto y el Maratón de Buenos Aires mientras que finalizaron la temporada con sendas medallas de plata y bronce en el triatlón entrerriano de Concepción del Uruguay y la carrera de aventura rosarina Desafío Sport 78. Sin descansar en su lucha para demostrar que las personas con diabetes pueden desarrollar cualquier actividad física sin limitaciones , el equipo del proyecto solidario Bandera al Cielo comenzó el 2008 de la mejor forma posible porque este jueves al mediodía escalaron el neuquino Cerro Domuyo en cuya cima, a 4.709 metros de altura , izaron la bandera Con Diabetes Se Puede con el nombre de las personas y entidades que colaboran con esta gesta impulsada por la Organización Interamericana para el Desarrollo (OID).
 
Encabezado por su director deportivo, el hombre de hierro uruguayo Abayubá Rodríguez , junto a los también profesores, el bonaerense Fernando Rodríguez y el brasilero Flavio Doce, más su compatriota, Alexei Caio, subieron al denominado Techo de la Patagonia, última proeza de la primera etapa del cronograma cuya próxima fase continuará en abril cuando correrán los 150 kilómetros de la Vuelta a Florianópolis, paso previo para subir los 5.470 metros hasta la cumbre mendocina del Vallecitos.
 
"No fue sencillo, nos tocaron condiciones climáticas adversas, hizo muchísimo frío, tuvimos veinte grados bajo cero pero lo peor fue el viento que soplaba tan fuerte que parecía que cortaba como un cuchillo, estuvo durísimo, tanto que nosotros fuimos los únicos que hicimos cumbre entre las seis expediciones que salieron esta semana, incluyendo una compañía de alta montana del ejército" , explicó Aba Rodríguez en comunicación telefónica horas antes de emprender el regreso a Buenos Aires. Entrenador nacional al que hace dos décadas le detectaron diabetes tipo 1 pero que no le impidió graduarse de profesor de educación física y completar más de doscientos triatlones, trece de ellos de distancia IronMan, le explicó a El Depornauta que se hicieron "monitoreos constantes que arrojaron resultados más que positivos" ya que siempre estuvieron estabilizados dentro de los valores normales sin inconvenientes con los índices glucémicos.
 

"Ascendimos en cinco horas desde el cam pamento de altura  a 3.800 metros, al principio fue desalentador porque el viento  soplaba a más de ochenta kilómetros por hora, todos se volvían en el filo donde el año pasado murieron dos andinistas por el mal de altura pero seguimos aunque se nos voló una carpa, nunca había visto algo así, lo superamos por el trabajo en equipo y los conocimientos de los guías Horacio Beto Fuentes, un maestro rural de las afueras de Chos Malal que hizo más de cuarenta ascensos y el rosarino Jorge González, que además de montañista, es triatleta" , opinó el brasilero Flavio Doce.

 

Docente en educación física y habitué del podio en natación tanto en pileta como en aguas abiertas, Fer Rodríguez afirmó que "fue importante el trabajo en equipo, incluido nuestro guía Jorge González, ya que no se trataba de subir lo más alto posible, cumplimos un triple objetivo: hacer cumbre, llegar todos juntos y mantener los índices estables de inicio a fin" . En su diálogo con El Diario Digital de los Atletas, se definió como más feliz que al cruzar la meta del Tetra de Chapelco porque, a medida que se superan nuevos desafíos, se adquieren más responsabilidades y la satisfacción del deber cumplido también es mayor. "Vimos como se volvían el resto de las expediciones pero nosotros no nos planteamos nunca esa posibilidad, concretar esta hazaña es nuestra forma de corresponder el apoyo de tanta gente; empresas y medios de comunicación que se sumaron a nuestro proyecto benéfico, cada vez que las fuerzas flaqueaban, pensaba en mi mujer; mis tres hijos y mis padres, también se me venía la imagen de la gente de Laboratorios Abbot que fueron los primeros en creer en nosotros y no quería decepcionarlos" .

 

Por último, sin que el cansancio le quite la alegría brasilera, Alexei Caio le dedicó esta hazaña a "los 246 millones de personas en todo el mundo que tienen diabetes" porque ellos "también pueden hacer lo mismo que nosotros e incluso más, sólo hay que entrenar; cuidarse en las comidas; llevar una vida sana y hacerse controles médicos, son cosas que también deben formar parte del resto de la gente, no sólo de los insulino dependientes". Ingeniero civil, además de maestro zen; cinturón negro tercer dan de Aikido y políglota ya que habla nueve idiomas, entre los cuales se encuentran el ruso; el japonés y alemán, Alexei confirmó "la globalización de Bandera al Cielo" ya que se encuentran bien encaminadas las gestiones para incorporar atletas con diabetes que son referentes deportivos en España; México y Colombia. 

 

Para mayor información o adherir a este proyecto solidario: info@eldepornauta.com.ar

 

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