Entrenar en altitud tiene, siempre sobre planos teóricos, un beneficio evidente en el rendimiento de los fondistas. Debido a que a mayor altura el aire contiene menos oxígeno, el metabolismo humano, como sistema de autodefensa, aumenta la cantidad de glóbulos rojos en la sangre.
Al tener menos oxígeno en el ambiente, el cuerpo humano "crea" más vehículos transportadores de oxígeno para que el músculo pueda alimentarse del mismo modo que a nivel del mar. Estos vehículos no son otros que los glóbulos rojos.
Bien es cierto que, entrenando en altitud, notaremos un mayor desgaste muscular y la sensación de mayor fatiga ante un mismo esfuerzo que a nivel del mar nos cuesta menos llevar a cabo. Aunque, eso sí, hay atletas, como Fabián Roncero, quienes tras haberse concentrado en altura, acabaron descartando el repetir la experiencia porqué luego, de vuelta, no rindieron en las competiciones para las que se preparaban como ellos esperaban; el "stage" en altitud les había desgastado en exceso.
También hay atletas populares que en ocasiones aprovechan sus vacaciones para relizar concentraciones en altitud. Si vosotros tenéis en mente el imitarlos, y preveéis combinar vacaciones y entrenamiento en plena naturaleza, os aconsejamos que sigáis estas pautas:
- Cinco semanas es un tiempo prudencial para concentrarse en altitud. En ese espacio podréis adaptaros perfectamente a la altitud y notar ya un beneficio en competición en cuanto bajéis a nivel del mar.
- Últimamente existe la tendencia, entre los atletas de élite que se concentran en altura, a entrenar suave "arriba" y perder altura cuando procede realizar las sesiones más intensas. Así se castiga menos al organismo.
- La primera semana debe ser suave, de adaptación. No busquéis durante la misma ni ritmos intensos ni largos kilometrajes, sencillamente rueda suave para ir adaptando a tu cuerpo a vivir en el nuevo medio.
- Si te concentras en altitud, te recomendamos que lo hagas a una altura mínima de 1.800 metros (aproximadamente), y máxima de 2.500. En España hay varios lugares ideales, entre estos dos parámetros: Navacerrada (entre Madrid y Segovia), Sierra Nevada (Granada), Font Romeu (Pirineo Francés), o el Teide (Santa Cruz de Tenerife), entre otros. En Marruecos, os recomendamos Ifrane.
- En altitud notaréis, posiblemente, que tenéis más hambre. Es normal: vuestro cuerpo se desgasta más y os reclamará más "combustible".
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