En la semana comenzamos a organizar una camioneta con Fabián con un poco de temor porque los costos son altos. Allá empezamos a movernos y la aceptación fue muy buena.
Se sumaron varios integrantes del equipo: Edgardo y Sra., Diego de Rápidos Oruga, el Piru (un fenómeno), Hugo también del Villa, Johnatan, Ana y Anita de Atletas del Prado.
Tenemos que agradecer a todos los que llamaron cuando ya no teníamos lugar. Gracias por comunicarse.
Pero llegó el lunes y todos con una puntualidad casi inglesa estaban en cada punto de encuentro.
El viaje muy divertido. Charlas amenas y muchas risas por sobre todo. Varias paradas como corresponde en estos viajecitos largos, y después de casi 4 horitas de viaje arribamos a aguas Dulces! Un paraíso de los muchos que tenemos en nuestro país.
Lo primero fue buscar "El Cuento" para confirmar la inscripción. Ya se palpitaba el ambiente de carrera… mucha gente dando vueltas por las calles, las remeras de diferentes colores promocionales de la carrera dando vueltas, muchos niños esperando la hora de largada, un ambiente realmente muy bueno.
Todos a confirmar la inscripción y anotarse los que no lo habían hecho. Todo muy ágil y bien organizado.
De ahí a levantar las remeras. Piru, Fabián, que enloquecieron a la Sra. que muy amablemente los atendía, porque no se decidían con los talles y colores. Después de un rato humo blanco y ambos salieron contentos con sus remeras por fin elegidas.
Luego de ahí nos organizamos y la gran mayoría arrancamos hacia la playa a disfrutar de la playa y el sol, que por cierto estaba muy fuerte. Piru y Víctor Hugo optaron por almorzar y tirarse a una siestita reparadora bajo la sombra de una palmera de la casa donde dejamos la camioneta.
Después de un rato de sol y playa, fuimos a averiguar el horario del ultimo camión que trasladaba la gente hacia Valizas. Nos dijeron 16.30 ¡en ese nos vamos! Nos aprontamos y tipo a las 17 hrs. arrancó el camión bastante cargado. Había de todo! Corredores de Las Piedras, Coyotes en un buen número, Villa Española, Atletas del Prado y unos cuantos niños muy ansiosos por llegar. El viaje bárbaro! Una linda experiencia el viaje en camión a bocina abierta hasta Valizas.
Cuando llegamos había un lindo clima de fiesta y todo armado para la largada. Recorrimos un rato los puestos de artesanías, nos hidratamos un poco y nos comunican que la carrera se retrasaba un poco porque todavía quedaban 2 camiones con gente que venían en camino, pero son esas carreras diferentes y disfrutables desde todo punto de vista, así que… ¿qué daba esperar un ratito más para largar?
En eso me encuentro con Mónica que estaba de vacaciones por ahí y que como Dios manda fue a correr con nosotros. Varias cámaras de TV que andaban de arriba para bajo, entre ellos Sergio Gorzy que estaba haciendo notas para su programa (y también participó de la prueba), los cuadriciclos de la organización que andaban para aquí y para allá controlando que todo estuviera en condiciones para largar, etc.
Al rato se escuchan las bocinas de los camiones que venían con la gente que se estaba esperando para largar la carrera. Ese fue el momento donde hubo un poco de desorden, porque había una cinta que marcaba que los competidores debían estar por detrás de la misma. Pasó que había mucha gente realizando el calentamiento delante de esta cinta y que los mismos pasaran para atrás para poder largar era imposible, por lo tanto se largó unos metros más delante de lo previsto.
¡Y se dio la tan esperada orden de largada!
Fue como abrir una portera repleta de caballos salvajes deseosos por correr, fue una salida muy rápida y complicada. Todo el mundo salió muy rápido para poder llegar hasta la arena donde sí se podía correr con comodidad y mucho espacio.
En esos primeros metros de arena había mucho público aplaudiendo y alentando a los participantes. A medida que íbamos avanzando el público se reducía y por momentos hubo tramos muy solitarios donde era un placer contemplar el paisaje y sentir el ruido del agua casi susurrando al oído de cada corredor. Un placer poder correr y disfrutar estos rinconcitos tan hermosos que tiene nuestro país.
Fue rápida la carrera. Casi sin sentirlo llegamos al primer puesto de agua, muy bien organizado por cierto. A pesar de que eran menos kms. de lo que corremos habitualmente, el calor era intenso y el agua estaba en el momento justo. De ahí en mas quedaba poco, empezaba a verse mas número de personas aplaudiendo y eso fue fundamental para muchos que, como yo, estábamos sufriendo por el calor, y ese empujoncito que te da cada aplauso vino genial para seguir. Ni que hablar del empuje y aliento de otros corredores que como en cada carrera están con esa palabra de aliento.
Cuando los aplausos ya eran mas fuertes veo la salida de la playa, que Edgardo ya me había contado en el viaje que la entrada a la principal de aguas Dulces se hacia por una especie de corredor que pasa por el fondo de varias casas, para luego tomar la calle y esos 800 mts. finales de pavimento y con gente a ambos lados de la misma alentando, sacando fotos y viendo como cada corredor ponía "quinta" y dejaba lo poco que le quedaba de energía para el remate final a todo vapor.
Se hizo largo ese tramo por asfalto pero por fin el arco de color azul estaba cada vez mas cerca, ¡y llegamos!
Una satisfacción enorme que nos invade cada ves que cruzamos el arco y que como dice mi amigo Diego de orugas en su blog, estamos de lengua afuera y lo primero que nos sale es cual es la próxima!
Un placer haber ido a esta carrera y compartir con mis compañeros y amigos esta sensación indescriptible de viajar y compartir cada carrera con la misma alegría de siempre. (Un párrafo aparte el viaje de regreso), muy divertido pero queda para la próxima.
Saludos para todos quienes fuimos a Aguas Dulces y nos estaremos viendo en la edición 2009!!!
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